Una stablecoin es una “criptomoneda estable”.
¿Qué significa eso? Que mantiene un precio estable, ideal para quienes prefieren no exponerse a la volatilidad de las criptomonedas. Tiene una paridad fija con otro activo, comúnmente el dólar estadounidense.
¿Te vas a dormir con miedo de que el precio de bitcoin caiga?
¿Quieres resguardarte de la devaluación del peso?
¿Tu banco te restringe la compra de dólares?
Las stablecoins son sin duda para ti.
¿Entonces estás comprando dólares?
No, mejor aún:
- No hay límites máximos de compra
- No necesitas una cuenta bancaria, ni un banco para almacenar tu saldo
- Es definitivamente más seguro que tener efectivo en tu hogar
¿Y qué respaldo tienen? ¿Cómo se asegura que su valor sea estable?
Las stablecoins tienen distintas formas de garantizar que son stable. Las más comunes cuentan con un colateral: activos o monedas tradicionales que se depositan en un fondo y funcionan de respaldo.
Por ejemplo: una persona deposita un dólar como colateral, permitiendo a partir a un contrato inteligente la emisión de un token USDC (USD Coin). Del mismo modo, cuando busque retirar el dólar depositado, se quemará el token emitido, que saldrá de circulación y permitirá que la cantidad de USDC sea equivalente al dinero que funciona de reserva.
El colateral puede componerse también de cripto, como en el caso de la stablecoin DAI. A su vez, existen también otras cuya paridad se basa en algoritmos y no cuentan con respaldo en otros activos.
¿Las más conocidas?
USDC: atada al dólar estadounidense, fue desarrollada por las empresas Circle y Coinbase y es periódicamente auditada para asegurar su transparencia.
DAI: ligada también al dólar, aunque con colateral exclusivamente en cripto. Su fortaleza es la descentralización: su funcionamiento es gobernado por una Organización Autónoma Descentralizada (DAO).
USDT: creada por la compañía Tether, funciona de forma similar a USDC. Cada dólar depositado en las cuentas de Tether Limited se convierte en 1 USDT creado digitalmente.
